El abrazo de dos pueblos

Marcos Rodríguez
callesdeolavarria@gmail.com

El 22 de febrero de 1969 se materializaría lo dispuesto por decreto municipal del día 20 y, actos protocolares mediante, se le impondría el nombre de Avenida Vezza d’Oglio a la calle número doce de la localidad de Sierra Chica. Dichos actos fueron encabezados por el intendente municipal, Enrique M. Alfieri y contaron con la presencia del intendente de aquel municipio italiano, José Alfredo Ferrari. También asistió el agente consular de Italia en Olavarría, el doctor Francisco Lorenzini. 


Los primeros pobladores de Sierra Chica, de tradición canterista y picapedrera, provienen de la región de Lombardía y se asentaron en la zona hacia la década del setenta del siglo XIX. Llegaron desde su Vezza d’Oglio natal buscando nuevos horizontes y se afincaron aquí para emprender una aventura que, a la postre, llevaría a hacer de dos pueblos uno solo. Entre los pioneros se encontraban los Gregorini, Ferrari, Bonavetti, Orsatti, Carpi, Bocagni, Santroni, Zampatti, Occhi, entre otros. Todos ellos encontraron en Sierra Chica una nueva patria donde pudieron proseguir con la actividad de sus antepasados y, a la vez de obtener el tan ansiado progreso, contribuir al de la zona que adoptaron como nuevo hogar. 



Vale la pena transcribir en su totalidad el decreto por el cual se impone el nombre de Vezza d’Oglio a una de las principales calles de Sierra Chica ya que su contenido está teñido del espíritu con que se vivieron los actos en aquel febrero de 1969: “Decreto Nro. 140, Olavarría, 20 de febrero de 1969. Visto: que se encuentra de visita en el país el Intendente Municipal de la Comuna Di Vezza D’Oglio, Provincia de Brescia, Italia; que ha manifestado su deseo de hacer llegar oficialmente al señor Intendente Municipal de esta Ciudad, la documentación que acredita que a una calle de aquella Comuna se le impuso el nombre de “Sierra Chica”, en recordación a los hijos que, abandonando sus tierras encontraron en ésta el apoyo moral y material que les permitiera afincarse definitivamente; que la Municipalidad de Olavarría, recoge con toda consideración el homenaje que se le tributa por éste medio en nombre de todos aquellos que desde su nacimiento pusieron su sello imborrable de itálica presencia en la mencionada localidad del partido; que consideramos un deber, al par que un acto de justicia, retribuir tan noble iniciativa que pondera los vínculos afectivos de sangre y de tributos que unen dos países hermanos consustanciados en la estirpe común del más alto porcentaje de ciudadanos argentinos que reconocen aquél origen; que los hijos de aquella Comuna lejana en la distancia y cercana en el sentimiento fueron la semilla fructífera que proliferó en ejemplo, en conducta, en trabajo, en hijos dilectos de nuestra localidad, poniendo un sello de características peculiares; que estimamos necesario rendir un tributo de respeto y consideración a los inmigrantes que generosamente se volcaron a estas entonces inhóspitas regiones; que por estas consideraciones, interpretando un anhelo de esta Comunidad, el Intendente Municipal en uso de las atribuciones conferidas por la Ley Provincial Nro. 7.443 en su art. 5, inc. a), apart. 4), DECRETA: Art. 1) Impóngase el nombre de “Avenida VEZZA D’OGLIO” a la calle Nro. 12 de la localidad de Sierra Chica en toda su extensión. Art. 2) Colóquese una placa recordatoria en el frente de la Capilla Santa Lucía, para perpetuar el homenaje. Art. 3) Procédase a la designación oficial en el acto a realizarse el día 22 de febrero de 1969, con motivo de la visita a nuestra ciudad del señor Alfredo Ferrari, Intendente Municipal de la Comuna Di Vezza D’Oglio. Art. 4) Entréguese copia del presente decreto al ilustre visitante en el acto a realizarse. Art. 5) El presente decreto será refrendado por el señor Secretario de Gobierno. Art. 6) Comuníquese, regístrese, publíquese, etc.”


Las celebraciones se realizaron el sábado 22 de febrero de 1969 frente a la Capilla Santa Lucía, donde, luego de una misa en memoria de los inmigrantes fallecidos y de la entonación de los himnos de Italia y Argentina, se descubrió una placa –colocada sobre un pilar de granito de Sierra Chica- que llevaba inscripto el nombre de la población italiana y que a partir de ese momento también lo era de la flamante avenida. Luego de las palabras de rigor y bajo el símbolo del intercambio de decretos, Sierra Chica retribuiría así igual gesto del pueblo lombardo cuando en 1961 se le impusiera el nombre de Sierra Chica a una calle de Vezza d’Oglio. Entre los que votaron tal homenaje en Italia aparecen también los Occhi, los Gregorini, los Bonavetti, los Rizzi. Un tributo con que Vezza d’Oglio agradecía la acogida que hiciera Sierra Chica a los que vinieron a sacar frutos de la piedra y quienes, con sus conocimientos y con su trabajo, construyeron una nueva patria.



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