70 años de un emblemático edificio: el Palacio Belgrano

Marcos Rodríguez
callesdeolavarria@gmail.com
Publicado en El Popular, 16 de enero de 2019

“Quedará satisfecha hoy, con la inauguración y habilitación al servicio público del nuevo edificio para la oficina de Correos y Telecomunicaciones, una vieja aspiración del vecindario de Olavarría. Las notorias deficiencias, por su estrechez y falta de comodidad, que acusaba el viejo local que desde hoy se abandona, motivaron innumerables gestiones en demanda de un nuevo edificio, cuya construcción, dispuesta hace años, finalizó recientemente”. Tal es el comienzo de la crónica en la que El Popular informa en su edición del domingo 16 de enero de 1949 la habilitación del nuevo edificio de Correos y Telecomunicaciones, hoy Palacio Municipal Belgrano. Así, el inicio de este 2019 encuentra al tradicional edificio de la esquina de Rivadavia y Belgrano cumpliendo su 70 aniversario. 
Varios fueron los lugares que ocuparía la sucursal local del Correo. Siempre de características rezagadas con respecto a las necesidades que el servicio iba adquiriendo conforme avanzaba la primera mitad del siglo pasado al son del crecimiento olavarriense. Es así que, por decreto del 4 de junio de 1938, el intendente municipal Amadeo Grimaldi instituye una comisión integrada por representantes de las fuerzas vivas de la ciudad para gestionar “ante quien corresponda la construcción de un edificio que reúna las comodidades necesarias para las oficinas de Correos y Telégrafos de esta ciudad y que sea a su vez un exponente de su progreso edilicio”. Entre los argumentos del decreto se indica que la municipalidad estaba abocada al estudio “que permita conseguir de los poderes nacionales la construcción de un edificio de Correos y Telégrafos en nuestra ciudad, que reúna las condiciones de comunidad e higiene que Olavarría merece” y que por esto se hacía “necesaria la intervención de las fuerzas vivas del Partido para dejar establecido que se trata de un anhelo general”. 

En 1939, el intendente Grimaldi convocó a referentes institucionales de la ciudad a una asamblea a realizarse el 31 de marzo para considerar, entre otras cosas, “el proyecto elevado por la Dirección de Correos y Telégrafos de la Nación relativo a la construcción de un edificio para sus oficinas en ésta”. Entre las decisiones surgidas de esa reunión encontramos la constitución de una nueva comisión con idéntica misión que la del año anterior, a la que se sumaría otra cuyo objetivo era “la obtención de recursos y materiales para que pueda efectuarse la construcción del edificio proyectado”.

Las gestiones continuaron y el 17 de diciembre de aquel 1939 el Concejo Deliberante sancionaba la siguiente ordenanza: “art. 1- cédase a la Dirección General de Correos y Telégrafos de la Nación y a los efectos de que en él se construya el edificio para sus oficinas en esta ciudad, el terreno que forma la esquina Este de la Plazoleta Municipal (manzana número 43), compuesto por 31 metros sobre la calle Rivadavia por 35 metros sobre la calle Belgrano, de acuerdo a los planos presentados; art. 2- las obras deberán ser iniciadas dentro de los ciento ochenta días de firmada la escritura respectiva. Si pasado dicho plazo la Dirección General de Correos y Telégrafos de la Nación no diera comienzo a las obras, queda sin efecto esta ordenanza; art. 3- facúltese al DE para firmar la escritura y realizar todo trámite que fuere necesario a los efectos de dar cumplimiento a la presente; art. 4- pase el expediente respectivo al DE a sus efectos y comuníquese, publíquese, etc.”
Sin embargo y a pesar de la concretada la cesión del terreno para el nuevo Correo, en la Memoria de la Acción Administrativa de la Municipalidad correspondiente a 1939, en referencia al avance de las gestiones, podemos leer: “muy a pesar de este DE no es posible expresarse de este edifico en la misma forma que el del Banco de la Nación; (…) solo resta esperar que en el futuro se vean coronados estos deseos, que son los del vecindario de este pueblo”. Como vemos, la construcción aún no se materializaría y, superado el plazo estipulado en la ordenanza para su inicio, la cesión quedó sin efecto.

El 18 de junio de 1942 y la bajo la intendencia de otro Grimaldi, esta vez Antonio, hermano de Amadeo, el Concejo Deliberante sancionaba una nueva ordenanza en iguales términos de la anterior, o sea, se realizaba nuevamente la cesión de la antigua plazoleta pero no se indicaba, esta vez, un plazo para el inicio de las obras. Conforme pasaran las administraciones comunales, la concreción del edificio se iría acercando. Bajo la titularidad del ejecutivo municipal en manos de Alfonso Hourcade se logró la escrituración del terreno a favor del gobierno nacional y el compromiso de inicio inmediato de la construcción, la que tuvo comienzo en 1946. 
Finalmente, y luego de sortear algunas dificultades (entre ellas una huelga de albañiles), el 16 de enero de 1949 quedaría formalmente inaugurado el nuevo edificio de Correos y Telecomunicaciones de Olavarría. Ahora con Santiago Cañizo a cargo de la comuna, se llevó a cabo la ceremonia inaugural la mañana de ese día domingo. Se contó con la presencia de enviados nacionales, provinciales y personalidades del acontecer político y social de la ciudad, entre las que se encontraba el exintendente Amadeo Grimaldi, quien una década atrás iniciaba junto a un grupo de vecinos, la empresa que aquel día inaugural se veía materializada. La bendición del edificio estuvo a cargo de Monseñor Cáneva, a la que siguió la entonación del Himno Nacional, los correspondientes discursos y un sencillo brindis realizado en el Palacio Municipal. Por último, los invitados especiales se trasladaron a la estancia San Jacinto donde Alfredo Fortabat ofreció un almuerzo “a la criolla”, según rescatan las crónicas de ese día.

Cercanos a culminar el siglo XX nos encontraremos ante un nuevo hito en la historia del tradicional edificio del centro olavarriense. En 1995, en el marco del proceso de privatizaciones de empresas estatales y venta de edificios desarrollado durante la década de los 90, se concretaría la compra por parte de la Municipalidad de Olavarría del inmueble inaugurado a inicios de 1949. Nace así lo que la ordenanza 2070 de agosto de 1996 identifica como Centro Cívico Municipal integrado por el Palacio Municipal Tradicional, y el edificio adquirido al Estado Nacional en el enclave de Belgrano y Rivadavia; a partir de allí Palacio San Martín y Palacio Belgrano, respectivamente. La operación tuvo gran trascendencia en su momento, y algunos la evaluaron como una de las incorporaciones patrimoniales más importante que hizo el Municipio y que reinauguró en noviembre de 1996. El ahora Palacio Belgrano, donde funcionan varias dependencias municipales, es uno de los edificios históricos de la ciudad que a 70 años de su concreción integra el patrimonio de todos los olavarrienses.

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