11 de febrero de 1919: un hito en la historia local y nacional

Marcos Rodríguez
callesdeolavarria@gmail.com
Publicado en el El Popular Suplemento Especial, 11 de febrero de 2019
La memoria está estrechamente ligada a determinadas fechas. Dicen que su fijación, en términos colectivos, es un mecanismo para no olvidar y para fortificar la identidad social. Así, conmemorar fechas posibilita que una sociedad se conciba con tradición, con pasado, que se reconozca como tal. Claro que en torno a estas fechas suele haber infinidad de lecturas, lo que da a lugar a una constante transformación y reelaboración del pasado y su interpretación. 

El 11 de febrero de 1919 no fue un día más para la historia de Olavarría y, que decir, de la Argentina. Para ese entonces, Olavarría constituía una población fundamentalmente agropecuaria con explotación granítica y la modesta producción de cal. Se abría un capítulo nuevo para la industria nacional y se asistía a un hito que transformaría de manera sustancial el devenir y desarrollo de nuestro partido. Ese día se producía el primer despacho de cemento desde la fábrica de la Compañía Argentina de Cemento Portland instalada en Sierras Bayas. Este acontecimiento, a poco de cumplir cuarenta años de vida institucional, estaría destinado a transformar fundamentalmente la singularidad que caracteriza al distrito.

El 29 de julio de 1916 se aprobaban los estatutos de la Compañía Argentina de Cemento Portland SA y se compraban cuatros chacras con yacimientos calcáreos en Sierras Bayas, comenzando a construirse la planta hacia inicios de 1917. La fábrica inició la producción a inicios de 1919, llegando entonces al histórico 11 de febrero de ese año con el primer despacho de cemento, producción que obtiene la aprobación definitiva por parte del gobierno nacional en junio. 
Hasta ese momento, la producción nacional de cemento resultaba escasa o prácticamente inexistente. Se producían cantidades limitadas en dos pequeñas fábricas en la provincia de Córdoba. Se inicia, aquí, la producción en el país de cemento a escala industrial. En el plano local, Olavarría y sus recursos mineros comienzan a ser objeto de una atención aún mayor de la que, en el último cuarto del siglo XIX, significó el surgimiento de las primeras explotaciones de material granítico y de producción de cal. Atención que, a pesar de y gracias a, el devenir de los tiempos y sus transformaciones le sigue otorgando. La Olavarría de hoy es, en gran parte y en varios aspectos, el resultado de este proceso.

El hito que constituyó el 11 de febrero de 1919 ha querido ser plasmado en la memoria colectiva a lo largo de estos cien años, buscando de alguna manera materializar o hacer un poco más concreto algo tan abstracto como una fecha. En ocasión de celebrarse en 1969 el cincuentenario del primer despacho de cemento, asistimos a la inauguración de la plazoleta “11 de Febrero” en Villa Arrieta, Sierras Bayas. La sencilla ceremonia incluyó el descubrimiento de una placa por parte del entonces intendente Enrique Mario Alfieri y el, para ese momento, único testigo viviente del celebrado acontecimiento, José García Domínguez. Haciendo uso de la palabra, Alfonso Ottaviano, presidente de la Sociedad de Fomento Amigos de Villa Arrieta, manifestaba que “es indudable que la inauguración de esta sencilla pero a la vez hermosa plazoleta, tiene dos significados dignos de destacar. Primero: la concreción de una aspiración de todo el vecindario de Villa Arrieta (…). Segundo es el que se le refiere al nombre que se le ha dado a esta plazoleta, ’11 de Febrero’, nombre éste que la Sociedad de Fomento Amigos de Villa Arrieta se enorgullece de haber solicitado a las autoridades municipales para su denominación. Porque en esa fecha, 11 de febrero de 1919, hace hoy justamente 50 años, se despachaba la primera bolsa de cemento argentino de la pequeña fábrica, habiendo sido comenzada su elaboración tres años antes en este perdido rincón de la república”.
No solo una plazoleta recuerda la fecha de tan relevante acontecimiento, el 21 de diciembre de 1973 el Concejo Deliberante sancionaba una ordenanza dando nombre a la totalidad de las calles de Sierras Bayas. Entre ellas la calle 21 recibía el nombre de 11 de Febrero. Casi tres años más tarde, una nueva norma fechada el 23 de septiembre de 1979 derogaría a la anterior pero mantendría para la mencionada calle 21 el nombre de 11 de Febrero. Así, en el marco de la celebración del centenario de Sierras Bayas, la Comisión del Centenario y la Delegación proponen el conjunto de nombres vinculados a figuras de los primeros tiempos de la localidad y otras de la historia nacional. La calle que conmemora la fecha del primer despacho de cemento portland ratifica su presencia. 

Conmemorar un hecho y el momento en que tuvo lugar nos pone ante el desafío del recuerdo colectivo, reflexivo y, porque no, formador de conciencia o de un sentido renovado a la luz del presente. Constituye una oportunidad. En el afán de comprender el tiempo histórico y ubicar en él los acontecimientos y procesos sociales, surgen preguntas que buscan promover la comprensión acerca de aquello que se recuerda y se reconoce. ¿Qué nos dice este hecho en el presente? ¿Qué valores transmite su conmemoración? ¿Cuáles fueron los cambios que produjo ese acontecimiento en la historia? Las respuestas están abiertas. Lo importante, en todo caso, es que la sociedad destine un momento que a intentar hallarlas, a sabiendas de que los significados se negocian y reconstruyen permanentemente.

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