Todo queda en familia

Marcos Rodríguez

callesdeolavarria@gmail.com

La historia de nuestras calles no está exenta de dudas o controversias en torno a cuál ha sido la figura objeto de homenaje al momento de imponérsele sus nombres. Dos situaciones de este tipo se han presentado en nuestra ciudad y se refieren a las calles que el uso cotidiano ha identificado como “Moreno” y como “Vicente López”. Las dudas se agudizan cuando notamos que las figuras involucradas están unidas por lazos de parentesco y que todas son susceptibles de prestar su nombre al de una calle. Como veremos al hurgar un poco más profundo en el entramado de la historia local, encontramos algunos elementos que nos permitirían aproximarnos a lo que podríamos imaginar fue la intención de los conciudadanos que, allá lejos en el tiempo, dieron nombre a estas dos calles. Además de ciertos usos y costumbres diarios que pueden prestar a confusión, nos encontramos ante normas cuya redacción e intención pareció suficientemente clara y precisa para los contemporáneos, pero que leídas más de cien años después no lo son tanto.


Del sobrino al tío

La ordenanza sancionada el 21 de marzo de 1883 por el Concejo Deliberante da nombres a las calles del casco histórico de la ciudad, utilizando sin mayores precisiones la expresión “Doctor Moreno” para una de ellas. Para mayor confusión, la ordenanza modificatoria del 22 de octubre de 1886 establece designar las calles de la “sección primera, calles rectas de NE a SO empezando por la primera de la ribera del arroyo, se que denominará Boulevard 27 de diciembre, calle General Villegas, Adolfo Alsina, Defensa, Rivadavia, Moreno, La Madrid, Almirante Brown, 25 de Mayo, 9 de Julio y Boulevard Progreso”. Esta ordenanza a diferencia de la de 1883 precisa la ubicación de cada calle pero reduce el nombre de la que hoy nos interesa a simplemente “Moreno”. 

Tiempo más tarde aparecen documentos que echan algo de luz al tema. El 18 de diciembre de 1894 el Concejo Deliberante ordena la confección del catastro general de la planta urbana que, en aquel entonces, se reducía al perímetro delimitado por “los cuatro bulevares”. Poco más de un mes después, el 30 de enero de 1895 el intendente Ambrosio López nombra la comisión encargada del levantamiento del catastro, indicando en el mismo decreto lo siguiente: “art. 2- Queda dividida la planta urbana en cuatro secciones conformadas de la siguiente manera: (…) sección 2da. las manzanas comprendidas entre las calles José M. Moreno, General San Martín, Boulevard Colón y el arroyo Tapalqué…”. Este sería el documento oficial más antiguo que indica con mayor precisión a qué Moreno se referían las ordenanzas originarias. Décadas más tarde, en sesión del 20 de septiembre de 1936 el Concejo Deliberante sanciona una ordenanza por la cual autoriza al Departamento Ejecutivo a efectuar la compra de un terreno que “será destinado a calle pública o sea continuación sud de la Dr. José María Moreno”. Lo que en el uso diario se reducía a Moreno y hacía pensar en la figura de la Revolución de Mayo, en las normas estaba claro que el homenajeado era en realidad su sobrino, José María. 

José María Moreno

Una ordenanza sancionada en agosto de 1953 plasmaría sobre el plano urbano de la ciudad la convivencia por algo más de cinco años de José María Moreno y de Mariano Moreno. Efectivamente, el 15 de agosto de 1953, el Concejo Deliberante sancionaba una ordenanza cuyo articulado transcribimos: “Art. 1- Denominase Maestro José Luis Torres, Dr. Mariano Moreno y José Manuel Estrada, a las calles designadas con los números 20, 16 y 12, respectivamente, en Plano Oficial de la Ciudad de Olavarría. Art. 2- Comuníquese, publíquese, etc.”. Lo curioso es que las reformas a la nomenclatura ciudadana de 1958 conllevaron a que la calle José María Moreno fuera la única calle céntrica a la que se le cambiaría el nombre al ser trasladado Mariano Moreno al centro y Mitre (continuación de San Martín en Pueblo Nuevo) a la ubicación que hoy ocupa y que le pertenecía al fundador de la Gaceta de Buenos Aires. 

José María Moreno nació el 17 de septiembre de 1835 en la ciudad de Buenos Aires; sobrino de Mariano Moreno. En 1861 se graduó de abogado. A partir de 1864 trabajó como catedrático de derecho civil y durante la Guerra del Paraguay fue Secretario del Ministerio de Guerra y Marina. Más tarde actuó como Fiscal General de Gobierno de la Provincia, cargo en el cual se desempeñó hasta 1872. Además, finalizado su mandato como Diputado Provincial, que había comenzado en 1867, pasó a ejercer la misma función pero en el ámbito nacional hasta 1876. Durante ese período fue partícipe de la Convención Constituyente de Buenos Aires. A partir de 1872, condujo la Universidad de Buenos Aires como Vicerrector. En 1878 asumió la Vicegobernación y de la Presidencia del Senado como acompañante de Carlos Tejedor en el Poder Ejecutivo. Durante este período de gobierno se impulsó la colonización de campos olavarrienses con familias de alemanes del Volga. Dos años más tarde, el Gobernador encabezó una sublevación contra el Presidente Nicolás Avellaneda (oponiéndose a la federalización de la ciudad de Buenos Aires), quien venció en la contienda, por lo que Carlos Tejedor se vio obligado a renunciar y José María Moreno quedó al mando de la Provincia. Sin embargo, por diferencias con el Gobierno Nacional, dimitió tiempo después. José María Moreno falleció en Buenos Aires el 22 de marzo de 1882.

Del nieto al abuelo


Alguna vez se ha planteado la duda acerca del origen del nombre de la calle Vicente López. Las normas sancionadas hasta 1958 y el uso cotidiano no han ayudado a zanjar la controversia. Curiosamente los nombres con mayores probabilidades de haber inspirado el homenaje hacia fines del siglo XIX están unidos por lazos de parentesco. Sin pretender dar una respuesta final podemos conjeturar que las figuras que se han “disputado la Vicente” han sido Vicente López y Planes, Vicente Fidel López y Lucio Vicente López. 

Cabe adelantar que la ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante el 7 de noviembre de 1958 le otorga el de Vicente López y Planes, definiendo así unívocamente el nombre de una de las arterias emblemáticas de la ciudad. Las dudas se presentan con el nombre de la calle en el período anterior. En la ordenanza con fecha 21 de marzo de 1883 aparece en el listado de nombres dados a las calles del microcentro un “Doctor López”. Más inquietante aún es el hecho de que en la ordenanza sancionada el 22 de octubre de 1886 no aparece ningún López figurando en su lugar el nombre “Defensa”. 

Lucio Vicente López

Lamentablemente existen faltantes en los archivos oficiales con lo cual no hemos podido determinar cuándo y por qué la calle que nos ocupa pasó a llamarse Vicente López. La mención más antigua en un documento oficial sobre la calle Vicente López data del 20 de abril de 1897 y se trata de un decreto sobre construcción de macadam. Podemos presumir entonces que el cambio de Defensa por Vicente López se produjo en algún momento entre sancionada la ordenanza de 1886 y el año 1896. Para complejizar esta historia, cabe decir que para la década del treinta del siglo pasado existen postales editadas (y que ilustran esta nota) con la referencia “Calle L. V. López”, inclinando la balanza hacia Lucio Vicente.


Postal de la esquina de Vicente López y Dorrego promediando el siglo XX. En su margen inferior se observa la referencia "calle L. V. López", que haría alusión a Lucio Vicente López, una de las denominaciones que tuvo la calle a lo largo de su historia antes de su actual denominación desde 1958: Vicente López y Planes

Lucio Vicente López nació en Montevideo el 13 de diciembre de 1848, durante el exilio rosista de su familia. Hijo de Vicente Fidel López, ministro, diputado y uno de los fundadores de la historiografía argentina. Su abuelo fue Vicente López y Planes, gobernador bonaerense, presidente de las Provincias Unidas y creador del Himno Nacional. Estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires y trabajó como secretario universitario de la mano del reconocido Juan María Gutiérrez. Como escritor, es reconocido por su aporte a los orígenes de la novela nacional. La Gran Aldea, su obra emblemática, fue publicada en 1884. Fue periodista, legislador y diputado Nacional, ejerció el cargo de Ministro de Interior durante el gobierno de Luis Sáenz Peña, e Interventor Federal de la Provincia de Buenos Aires durante un breve período de 1893 a 1894. Murió a consecuencia de las heridas recibidas en un duelo con el Coronel Carlos Sarmiento, a quien López había denunciado por una maniobra dolosa en el Banco Hipotecario en diciembre de 1894.

Existe un hecho que vincula tanto a José María Moreno y a Lucio Vicente López con la historia de Olavarría y que podría haber justificado la decisión de vestir con sus nombres a dos calles de la ciudad. Lucio Vicente López fue unos de los firmantes del proyecto presentado en abril de 1878, y que terminaría convertido en ley el 22 de octubre de ese año, a través del cual se declaró a Olavarría cabeza de partido y se facultó al poder ejecutivo a fijar los límites del nuevo distrito. Por su parte, José María Moreno ejerció la vicegobernación y la presidencia del Senado bonaerense entre el 1 de mayo de 1878 y el 1 de julio de 1880, período durante el cual se sancionaría la ley que daría la autonomía municipal a Olavarría.

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