Que cambie pero que no se note (II)

Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie
Giuseppe Tomasi di Lampedusa


Marcos Rodríguez
callesdeolavarria@gmail.com

Hoy es el turno de intentar echar un poco de luz sobre la controversia respecto al nombre original que correspondió a la calle que el uso cotidiano designaba como “Vicente López”. Como indicábamos, la historia de nuestras calles no está exenta de dudas o controversias en torno a cuál ha sido la figura objeto de homenaje al momento de imponérsele sus nombres. Más aún cuando notamos que las figuras involucradas están unidas por lazos de parentesco y que todas son susceptibles de prestar su nombre al de una calle. 

Al hurgar un poco más profundo en el entramado de la historia local, encontramos algunos elementos que nos permitirían aproximarnos a lo que podríamos imaginar fue la intención de los conciudadanos que, allá lejos en el tiempo, dieron nombre a la tradicional arteria céntrica olavarriense. Además de ciertos usos y costumbres diarios que pueden prestar a confusión, nos encontramos ante normas cuya redacción e intención pareció suficientemente clara y precisa para los contemporáneos, pero que leídas más de cien años después no lo son tanto. Ahora sí, es el turno de “la Vicente” y “los López”… 

Del nieto al abuelo 

Como indicábamos, alguna vez se ha planteado la duda acerca del origen del nombre de la calle Vicente López. Las normas sancionadas hasta 1958 y el uso cotidiano no han ayudado a zanjar la controversia. Curiosamente los nombres con mayores probabilidades de haber inspirado el homenaje hacia fines del siglo XIX están unidos por lazos de parentesco. Sin pretender dar una respuesta final podemos conjeturar que las figuras que se han “disputado la Vicente” han sido Vicente López y Planes, Vicente Fidel López y Lucio Vicente López. 

Cabe adelantar que la ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante el 7 de noviembre de 1958 le otorga el de Vicente López y Planes, definiendo así unívocamente el nombre de una de las arterias emblemáticas de la ciudad. Las dudas se presentan con el nombre de la calle en el período anterior. En la ordenanza con fecha 21 de marzo de 1883 aparece en el listado de nombres dados a las calles del microcentro un “Doctor López”. Más inquietante aún es el hecho de que en la ordenanza sancionada el 22 de octubre de 1886 no aparece ningún López figurando en su lugar el nombre “Defensa”. 

Lamentablemente existen faltantes en los archivos oficiales con lo cual no hemos podido determinar cuándo y por qué la calle que nos ocupa pasó a llamarse Vicente López. Por alguna razón no prosperó la denominación “Defensa” y la arteria recuperó el nombre que originalmente le otorgó la ordenanza de 1883 bajo el escueto “Doctor López”. Lo cierto es que ya en un plano de 1891 donde se proyectan la nivelación y desagües de lo que por aquel entonces era la planta urbana de Olavarría (hoy microcentro), la arteria en cuestión aparece bajo la denominación de “Dr. Vicente López”. Para complejizar esta historia, cabe mencionar que para la década del treinta del siglo pasado existen postales editadas (y que ilustran esta nota) con la referencia “Calle L. V. López”, inclinando la balanza hacia Lucio Vicente. 

Lucio Vicente López

Lucio Vicente López nació en Montevideo el 13 de diciembre de 1848, durante el exilio rosista de su familia. Hijo de Vicente Fidel López, ministro, diputado y uno de los fundadores de la historiografía argentina. Su abuelo fue Vicente López y Planes, gobernador bonaerense, presidente de las Provincias Unidas y creador del Himno Nacional. Estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires y trabajó como secretario universitario de la mano del reconocido Juan María Gutiérrez. Como escritor, es reconocido por su aporte a los orígenes de la novela nacional. La Gran Aldea, su obra emblemática, fue publicada en 1884. Fue periodista, legislador y diputado Nacional, ejerció el cargo de Ministro de Interior durante el gobierno de Luis Sáenz Peña, e Interventor Federal de la Provincia de Buenos Aires durante un breve período de 1893 a 1894. Murió a consecuencia de las heridas recibidas en un duelo con el Coronel Carlos Sarmiento, a quien López había denunciado por una maniobra dolosa en el Banco Hipotecario en diciembre de 1894. 

Existe un hecho que vincula a Lucio Vicente López con la historia de Olavarría y que podría haber justificado la decisión de vestir con su nombre a una de las principales calles de la ciudad. Lucio Vicente López fue unos de los firmantes del proyecto presentado en abril de 1878, y que terminaría convertido en ley el 22 de octubre de ese año, a través del cual se declaró a Olavarría cabeza de partido y se facultó al poder ejecutivo a fijar los límites del nuevo distrito. 

Detalle del plano de 1891 sobre el proyecto de nivelación
y desagües del pueblo de Olavarría.
En él la tradicional calle céntrica olavarriense aparece
bajo la denominación "Dr. Vicente López"

Vayamos al diario de sesiones de 1878 de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires para dar cuenta del tratamiento del proyecto de creación del partido de Olavarría. Se trata de la trigésimo cuarta sesión extraordinaria celebrada el 12 de abril de 1878. La reunión se presentaba algo convulsionada desde su inicio ya que casi no puede llevarse a cabo por falta de quorum. Sucedió que varios diputados solicitaron retirarse ya que manifestaban tener que ocuparse imperiosamente de los asuntos correspondientes a una comisión especial creada por la misma Cámara y, a su vez, pedían ser eximidos de asistir a futuras sesiones en tanto duraran las actividades de la referida comisión. Incluso se barajó la alternativa de mandar a buscar los diputados necesarios para alcanzar el quorum. Una vez resuelto este escollo formal la sesión pudo proseguir. 

Postal editada en la década de 1930 en cuyo epígrafe
se indica "Calle L. V. López"

Precisamente, el primer asunto tratado en aquella sesión fue el de la creación del partido de Olavarría. La voz cantante la tuvo Lucio Vicente López, al que podemos adjudicar dos logros que allanaron el camino a la media sanción del proyecto de ley. Por un lado, encabezó la lista de diputados que solicitaron su inclusión para ser discutido en sesiones extraordinarias, lo cual como veremos, tuvo alguna resistencia. Por otro lado, lograda la inclusión, Lucio Vicente López tomó nuevamente la palabra y arremetió a la Cámara pidiendo el tratamiento inmediato sobre tablas, lo cual también obtuvo. La inclusión del proyecto de creación del partido de Olavarría en sesiones extraordinarias y su tratamiento inmediato sobre tablas implicaron la media sanción por parte de la Cámara de Diputados provincial aquel 12 de abril de 1878. En ello, la actuación de Lucio Vicente López fue decisiva. 

Recurramos, como decíamos, a lo registrado en el diario de sesiones: 

Sr. Presidente – Se va á dar cuenta de los asuntos entrados. 
Se leyó la siguiente solicitud. 
(…) Los diputados que suscriben solicitan de la Honorable Cámara se ocupe en sesiones extraordinarias del proyecto adjunto, en virtud de las facultades que le confiere el articulo 80 de la Constitución”. 

Encabeza la nota el diputado Lucio Vicente López y siguen las firmas de otros trece legisladores, a lo cual sigue la transcripción del proyecto de creación del partido del Olavarría propiamente dicho, el cual es firmado también, entre otros diputados, por Lucio Vicente López. Retomemos, aquí, el registro de la reunión: 

Sr. Presidente – La Cámara debe declarar por medio de una votación si este asunto ha de incluirse en las sesiones extraordinarias. 
Sr. Rozas – Pido la palabra. 
Faltan muy pocos dias, señor Presidente para que termine el periodo extraordinario á que ha sido convocada la Cámara para ocuparse de asuntos de importancia, que no hemos podido tratar por falta material de tiempo. 
Traer á discusion nuevos asuntos, que no reclaman una atencion preferente, me parece que es perder el tiempo en algo que podríamos aprovechar mejor destinándolo á otra cosa. 
Todo esto puede ser tratado despacio, con la madurez requerida cuando se habra el periodo ordinario de la próxima Legislatura, sin necesidad de apresurarnos á dictar una resolucion precipitada y que no se ve que sea de carácter urgente. 
Sr. López - Si el señor Diputado Rozas, señor Presidente, no me hubiera dado muestras repetidas veces en esta Cámara, de su interés por el progreso y adelanto de nuestra campaña, dudaria que el señor Diputado Rozas pudiera insistir con razones tan poco fundamentales en que este proyecto no fuera tratado; pero como lejos de eso, reconozco en el señor Diputado un ardiente defensor y un ardiente propagandista de todo lo que se refiere al progreso y desarrollo de la campaña, creo que si bien el señor Diputado no retira su mocion, por lo menos, nos hará el honor á los miembros que hemos presentado este proyecto, de no considerarlo de poca importancia, y, por lo ménos, de no considerarlo digno de sufrir retardos como los muchos que han sufrido ya. 
Debo advertir á los señores Diputados, que es tal la importancia de este proyecto, que el mismo Poder Ejecutivo le presta toda su cooperacion y todo su apoyo. 
Quizás señor Presidente, sino nos hubieramos adelantado algunos miembros de esta Cámara á presentarlo, para que sea tomado en consideracion, el Poder Ejecutivo, lo habria enviado con un mensaje. 
Hace mucho tiempo que esa parte de la campaña, en donde se va á fundar ese nuevo pueblo, reclama el establecimiento de él. El responde á una gran necesidad; sobre todo, responde á la gran necesidad que hay de aglomerar en aquel parage un centro de poblacion con el carácter que este proyecto le acuerda. 
Es indudable que ninguno de los miembros de la Cámara que tengan conocimientos profundos de todo lo que es nuestra campaña, de la gran necesidad que hay en cooperar al desarrollo de su progreso, podrán poner en duda su importancia. 
Este proyecto tiene tanta importancia como el más importante de los que se pueden considerar en las sesiones extraordinarias. 
Animados de estos deseos es que hemos conseguido que ese proyecto venga suscrito por un número considerable de firmas, lo que demuestra, no solo la cooperacion que se le presta, sino la importancia que tiene. 
Por estas razones me opongo, con sentimiento, á las razones que acaba de dar el señor diputado Rozas, y pido á la Cámara que este proyecto sea incluido en las sesiones extraordinarias. 
Sr. Rozas – Pido la palabra. 
Sr. Presidente – El señor diputado ha hecho ya uso de ella y se trata de una mocion. 
Se va á votar si ha de incluirse en las sesiones extraordinarias el proyecto leido. 
Se votó y resultó afirmativa. 
Sr. Presidente - A la Comision de Legislacion. 
Sr. López – Pido la palabra. 
Para ahorrar los inconvenientes que hacia notar el señor diputado Rozas, de que este proyecto pueda quitar tiempo para la consideracion de otros, como él es sencillo y como tiene la aprobacion de la Legislatura, puesto que lo apoyan un gran número de diputados, y tiene el apoyo del Senado, y además un apoyo vivo del Poder Ejecutivo, hago mocion para que se trate sobre tablas á fin de evitar que vaya á la cartera de la comision y nos tome tiempo aglomerándose con los demás. 
(Apoyado). 
Sr. Presidente - Se va á votar si se trata sobre tablas. 
Se votó y resultó afirmativa. 
Sr. Presidente – Está en discusion general. 
No haciéndose uso de la palabra, se votó si se aprobaba en general, y resultó afirmativa. 
Se votaron sucesivamente en particular todos los articulos del proyecto, y fueron aprobados sin observacion.” 

Queda claro el rol que le cupo a Lucio Vicente López en aquella sesión del 12 de abril de 1878 en la cual el proyecto de creación del partido de Olavarría logró la media sanción por parte de la Cámara de Diputados provincial. El Senado lo transformará en ley en octubre de ese mismo año. Lo que el uso formal y también el cotidiano simplificaron en “Vicente López” para referirse a la caracterizada arteria céntrica de Olavarría se inclinó por Vicente López y Planes a partir de la ordenanza sancionada en 1958. En suma, hemos apelado a los elementos que nos hacen pensar que con anterioridad a esa fecha probablemente el nombre de la calle era Lucio Vicente López. Ya sea Vicente o Lucio Vicente, lo cierto es que “todo queda en familia” y que siembre será “la Vicente”.


Postal editada en la década de 1930 en cuyo epígrafe 
se indica "Calle L. V. López"


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