El “Caballero del Trabajo”

Marcos Rodríguez

callesdeolavarria@gmail.com

Los años 30 serán prolíficos en cuanto a bautismos de calles se refiere. Esa década verá imponer sus nombres a 35 calles de la traza urbana, algunas hoy reubicadas, algunas quitadas de la geografía ciudadana actual. Mariano Moreno, Luján y San Vicente verán vestir sus calles con los nombres de los primeros municipales, expresidentes, exgobernadores y coterráneos destacados en las más diversas actividades del quehacer local. 

Pablo Fassina había nacido en Italia y falleció en 1931, a los 71 años. Fue uno de los fundadores de la Sociedad Rural y del Banco de la Edificadora de Olavarría, y tuvo activa participación en distintas instituciones de la comunidad a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX.


Hoy nos ocuparemos de la calle que lleva el nombre de una de las figuras, que hemos dado en llamar locales, más prominentes de las primeras décadas del siglo pasado en nuestra ciudad. Estamos hablando de Pablo Fassina, figura consular de Olavarría, como lo llamaba la prensa de aquellos días. Tal denominación fue impuesta a la continuación de la céntrica calle Lamadrid en el barrio Mariano Moreno. Por su parte, el tramo de Lamadrid en San Vicente se denominaba Armando Collinet, nombre dado en 1937 y del que nos ocuparemos en próximas ediciones. En este sentido, técnicamente podríamos decir que nominaban dos tramos de una misma calle. Una vinculación urbana a la que correspondió también una vinculación en el entramado histórico de Olavarría. Hoy, si bien no constituyen “materialmente” una misma calle, permanecen dentro de sus respectivos barrios originales y, aunque paralelas, comparten el sentido: el de los hombres que forjaron la Olavarría de antaño. Pero vayamos en orden, hoy es el turno de Pablo Fassina…

La ciudad pierde una figura “consular”

Transcurría el 1 de junio de 1931 cuando el Comisionado Municipal José Manuel Ferreccio dictaba el siguiente decreto: “habiendo fallecido el día de ayer el Sr. Pablo Fassina, que ha formado parte del HCD en distintos períodos, el Comisionado Municipal en uso de sus atribuciones decreta: art. 1º: Colocar la bandera a media asta en el edificio municipal en el día del sepelio, art. 2º: Dirigir nota de pésame a la familia del extinto con transcripción del presente decreto, art. 3º: El Comisionado y su secretario concurrirán al acto de inhumación de los restos en representación de la comuna, art. 4º: El Secretario hará uso de la palabra en nombre de la municipalidad de Olavarría, al ser depositados los restos en el cementerio local, art. 5º: Remitir una corona de flores por la municipalidad, art. 6º: Comuníquese, etc.”. 

Era la tarde del domingo 31 de mayo de 1931, había muerto, a los 71 años, Pablo Fassina. Hablar de esta figura es hablar de las instituciones más importantes de Olavarría. De origen italiano, se erigió en hombre influyente desarrollando su accionar en cuanta comisión o institución pudiese. Dos de ellas se destacan: la Sociedad Rural y el Banco de la Edificadora, de las que fue propulsor, fundador y presidente durante muchos años. Ligó su nombre, ya sea ocupando cargos, colaborando con ellas o impulsando gestiones, a la Sociedad Italiana, la Escuela Normal, el Consejo Escolar, el Asilo San José, el Club Social, entre muchas otras. 

Imagen de la sede del Banco de la Edificadora de Olavarría correspondiente a la primera mitad del siglo XX. Se observan detalles curiosos como la circulación de los vehículos por la calle Rivadavia, ya que en esa época se transitaba en doble mano, y las lámparas y los postes de madera del alumbrado público.


Calle, mausoleo y plaza

Exactamente un año después, el 1 de junio de 1932, el ahora intendente municipal Ferreccio elevaba al Concejo Deliberante una nota acompañada con la firma de todo su gabinete cuyo contenido transcribimos: “El D. E. cree que esta Municipalidad debe adherirse al justiciero homenaje que el Pueblo tributa a la memoria del ex-concejal y piensa que nada mejor que dar su nombre a una calle de un barrio que ha progresado grandemente gracias a las numerosas construcciones levantadas con la ayuda del Banco que él fundara y por lo tanto solicita de V. H. la sanción de la presente Ordenanza: Art. 1º: Designase con el nombre de Pablo Fassina a la prolongación de la calle General Lamadrid desde B. Colón al Nor-este. Art. 2º: Establecese como fecha de la inauguración de dicha calle el mismo día destinado a la inauguración del mausoleo en el Cementerio Local en memoria del extinto. Art. 3º: Comuníquese, publíquese, etc.”. Así, y luego de dieciocho años del último bautismo, una de las calles de nuestra ciudad recibiría como nombre el correspondiente a personalidad local.

En sesión de ese mismo día 1 de junio, el Concejo refrendaba en todos sus términos lo solicitado por el intendente, al mismo tiempo que sancionaba una ordenanza por la cual se cedía una porción de terreno en un lugar prominente del cementerio municipal destinado a la construcción del mausoleo como monumento a la figura de Pablo Fassina y, a su vez, destino de sus restos. Será el mismísimo Armando Collinet, que como presidente de la Comisión Prohomenaje a Fassina, solicitará al intendente, en nota con fecha 9 de marzo de 1932, tal donación. Tanto la calle como el mausoleo serán inaugurados el 26 de marzo de 1933 cuando por decreto del día 16 el intendente Ferreccio establece que “habiendo comunicado la Comisión Popular Pro-homenaje a D. Pablo Fassina que el día 19 del corriente a las 10 horas se inaugurará el mausoleo levantado en el Cementerio local y de acuerdo a la Ordenanza sancionada por el H.C.D el día 1 de junio de 1932, el Intendente Municipal decreta: Art. 1º: Fijase el día 19 de marzo a las 11 horas para la inauguración de la calle prolongación Norte de la calle Lamadrid, la que se denominará en adelante Pablo Fassina. Art. 2º: Designase al Señor Secretario de la Municipalidad para que haga uso de la palabra en nombre del D. E. en dicho acto. Art. 3º: Comuníquese, etc.”. Cabe aclarar que las condiciones climáticas del día estipulado por decreto obligaron a posponer los actos para el día 26.

Unos quince años más tarde, el 10 de julio de 1948, el Concejo Deliberante sanciona una ordenanza que en su primer artículo reza: “acéptese la donación de la manzana B del terreno que pertenece a la quinta 140 circundada por las calles 44, Laprida, Dean Funes e Isaías Mendiburu, hecha por la extinguida Sociedad Rural de Olavarría a esta Comuna con destino a Plaza Pública”, mientras que en su segundo artículo estipula: “desígnese esa plaza con el nombre de Pablo Fassina y colóquese en el centro de la misma el busto del epónimo existente en ese sitio”. 

Así, para mitad del siglo XX, el homenajeado por el gobierno italiano con el título honorífico de “Caballero del Trabajo” tenía en su segunda patria chica un monumento en un lugar prominente del cementerio local, una calle en un barrio agraciado por la obra del banco por él fundado y una plaza en una zona donde funcionara la primitiva sociedad rural, también por él fundada y presidida durante muchos años.

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